marzo 11, 2007

La caída de los íconos

Quien dijo: "Yo no soy hombre, soy dinamita", fue mi primer referente de adolescente inquieto en busca de pensadores que me dieran luces para vivir sin encerrarme en las rutinas y los conformismos.

Friedrich Nietzsche, vino a sacudir los cimientos de mi educación disciplinada en horarios, normas, y prejuicios.

Mi primera lectura del bigotudo alemán fue "Así hablaba Zaratustra". De tal manera me sacudió que me convertí desde aquel entonces en un aventurero. De allí, mi pasión por los viajes y las largas permanencias en los miradores, donde leía y le daba vueltas a las ideas encontradas.

Siempre eludí darle importancia a los escritos que se prestaban por su contenido a ser manipulados por los nazis. El discurso en pos del superhombre, expresado con su estilo demoledor, fue para mí, la vitamina que mi temperamento necesitaba.
Cuando pasó el tiempo, vi a Nietzsche sin la gigantesca estatura intelectual que durante varios años se proyectó sobre mí .

Llegaron otros pensadores a mis días y noches de incesantes búsquedas y experiencias. El melancólico Walter Benjamín ocupó buena parte de sueños y actos dadaístas acometidos en performances grupales y unipersonales.
Un día salté de un tobogán vestido de negro con un megáfono rojo gritando unas palabras incomprensibles. Inventadas, pero con un claro sentido para mí y para los que estaban en aquel absurdo happening. Absurdo, sólo hasta cierto punto.

El pensador dinamita estaba oculto en mis acciones.

Ha sido hasta hace un año y medio, que vi franjas por donde Nietzsche se me presentaba como un genio que descendió a los infiernos, donde perdió algo de su vasta luminosidad.

Es Cristino Bogado, quien sustenta en este
sorprendente artículo
esta percepción que fue la caída de un ícono. Pero nunca podría renegar de Friedrich Nietzsche.

Aplaudo la agudeza intelectual de Kuruguay egoísta y termino el post con un tema que Nick Cave canta mientras la atmósfera del video me lleva a bailar en honor de quien fuera mi maestro, el primero, el de los años felices de trashumante muchacho, mochilero y adicto a la música.


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Estamos en esas coordenadas, y con una sensación rara, te comento

no sé, no debería ser, y el "no debería" sale torpe.

El video es magnífico y Xtino: ¿qué puedo decir?
siempre aprecio su blog. Por allí tiene un ensayo escrito con Montserrat. Sí, sí, ya lo leíste...


Te salió un post como para releerlo de vez en cuando y hacerle click al video para que aparezca el gran NC.

tzarel dijo...

Imagínate un taller de filosofía dado por Cristino y Montserrat. ¡A un taller de esa naturaleza, me inscribiría inmediatamente!.
Hay un ímpetu por esa manera de ver el mundo, como en una transfiguración constante.



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:) Estoy contento con el cambio para el efecto visual de la ciudad.

Anónimo dijo...

Pensaba en los Kurupis...

Tu post se me habia quedado como puntal en la mente.


Lo veo a Franco en la ciudad: notable incursión.

:)

Anónimo dijo...

Hay un film,lamentable del que no tengo en la cabeza, el título. Lo vi en una prueba de videos, donde Nietzsche sale con un bigote desmesurado. Los claroscuros de la pela están exagerados, resultando algo friki en una vena del peor kistch dramático. Nada que ver con el hombre.
Me parece que a Cristino se le fue la crítica, porque está muy duro con el bigotudo. O yo soy un chico ingenuote, quién sabe. No tengo tantos conocimientos como el susodicho.

Sigue Tzarel, yo navego y me detengo en la ciudad dadá.

tzarel dijo...

La bienvenida al profundista, con su geodésica incesante.

Ya te dije que tus notas tendrían que ser leídas por los k.
Que el post siga en tu mente por siempre
=)
le buscas un día y lo reencuentras.




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Franz, el dato está anotado.
Un bigote distrayendo al espectador de lo más importante, es un fiasco. Esos claroscuros caen perfectos, según la trama. En el film, por lo visto, estaban mal estructurados. Comento más cuando vea la película.

KuruPicho dijo...

Chicos,agradezco los comentarios que ha merecido un texto escrito en una situaciòn dada, concreta, puro efecto superficial de coyuntura tercermundista. 1)En realidad es un texto dadaìsta, si entiendo bien el sentido del movimiento zuriques, suizo, una simple variaciòn juguetona sobere la frase "El bigote de Stalin encontado en ropavejero de Calcuta" (pido tiempo para dar los crèditos exactos, en principio, es un cd d ela revista factory, revista trimestra, 4 al año, subsidiaria de la màs fashiones Rock de lux, año 1999, de un poeta.mùsiuco-perfomàtiko que les debo el nombre, no bien caiga POR EL DEPA, miro y copy & past, ok?)
2)Era necesario expresaar mi rebeldìa innata ade dejarme aplastar por ìdolos, Nietzsche si tiene aun valor està por ahi, nos enseño a no respetar idolas, amores transitorios sì, pero eternidades de la pompa de jabòn, no...en ese momento, hace uno o dos años, necesitaba expresar mi furia tercermundista contra discursos vueltos pontificiales por aprovechados varios...claro, Nietzsche es tambien la totalidad d e sus discìpulos.
3) sì, durìsmo con el Bigotudo, pero no hay otra, las crìticas ligeras no lo conmoverìan, ademàs tosa esa nueva academia que chochea con su Nomenclatura...Cansaba ya.
4) Saludos, de nuevo, y Nick cave es un idolo un poko màs permanente, el discipulo de Coen màs logrado, fantàstiko, grande australino crazy!!!

tzarel dijo...

¿Se podría hablar de una filosofía filo/punk?

Nada que ver con el nihilismo y hasta el mismo termino punk ya no es preciso. Allí radica mi duda. Veremos cómo las experimentaciones de hoy, rupturistas y complejas, nos traen otras rutas.
En música, (a propósito que ahora escucho bandas hardcore) el espectro es amplísimo y Nick Cave ocupa un lugar preferencial.

Saludos tzarelianos, Kurupi.